La magnífica ubicación de este complejo en la cima de una colina permite que sus huéspedes estén rodeados de playas de aguas cristalinas y de arena blanca que parecen no tener fin. Además, goza de excelentes vistas al atardecer para que sus huéspedes disfruten con una experiencia inolvidable. En los alrededores se ofrecen un gran número de interesantes actividades, como una visita a las famosas Cuevas de los Murciélagos y del Cristal. Son lugares estupendos, a tan solo diez minutos a pie, para que personas en buena forma física disfruten de la naturaleza. Aquellos que quieran relajarse y disfrutar de Borácay, la playa privada Ilig Iligan está a cinco minutos a pie. Al atardecer, los huéspedes podrán dirigirse al bar del hotel, que cuenta con bebidas refrescantes y karaoke para darlo todo y pasar un buen rato cantando.