Este elegante hotel se encuentra en un magnífico entorno en Formigal, perfecto para vacaciones de verano y de invierno, a solo 500 metros de las pistas de esquí y con vistas al precioso valle de Tena. La interesante ciudad de Huesca está a 90 km del recinto. El establecimiento ofrece cómodas y acogedoras habitaciones para que los huéspedes disfruten de una estancia memorable. Todas están equipadas con gusto y modernas comodidades para crear una atmósfera cálida y relajante. Los viajeros también podrán mantenerse al día gracias a la conexión a internet y permitirse algún que otro capricho del minibar. El restaurante goza de espléndidas vistas y sirve exquisitos platos. Los visitantes podrán disfrutar de una impresionante gama de servicios y comodidades, como el spa con piscina cubierta o las canchas de tenis para los más activos.