Borácay es la meca de los surfistas y practicantes del kitesurf de todo el mundo, y este pequeño y acogedor hostal es el lugar ideal para unas vacaciones. El edificio se encuentra a escasos metros de una laguna poco profunda con aguas de color azul turquesa y una brisa constante. Quienes prefieran realizar actividades menos agotadoras disfrutarán de las preciosas playas de la zona y de los paisajes vírgenes de la isla. Las confortables habitaciones decoradas con sencillez cuentan con baño privado, televisor de pantalla plana, Wi-Fi gratuito y terraza o balcón. Los huéspedes podrán disfrutar de un relajante masaje tras un día agotador, o una bebida en el bar del jardín o la terraza de la playa. Los amantes del deporte apreciarán las instalaciones para guardar tablas y el uso gratuito de remos de stand-up paddle. Los huéspedes podrán tumbarse en una hamaca para leer un libro de la biblioteca gratuita y saborear un batido de mango mientras observan a los kitesurfistas desde la terraza en la playa.