Este sofisticado hotel está bien ubicado en el distrito central de negocios de Nueva Orleans, a menos de quince minutos a pie del célebre barrio francés. La vía del tranvía St Charles, la más antigua en funcionamiento de Estados Unidos, pasa directamente por el hotel, y muchas de las atracciones más famosas están a poca distancia a pie. Las habitaciones contemporáneas del hotel, decoradas brillantemente, muestran un trabajo artístico clásico extraordinario y disponen de té, café y Wi-Fi. Los huéspedes pueden hacer ejercicio las 24 horas en el centro fitness, solicitar información al personal plurilingue de recepción sobre las atracciones locales y los mejores sitios para comer, o bien relajarse con un cóctel en el lujoso y subestimado salón Bellocq. Para colmarlo todo, el restaurante interior sirve magníficas especialidades sureñas, incluyendo ostras fritas, tater-tots de andouille y vientre de cerdo, todo preparado con ingredientes frescos locales de granjas sostenibles.