El alojamiento se sitúa en la isla de Ibo, el paraíso del océano Índico. Se trata de un lugar prácticamente desconocido para el resto del mundo y que no ha sido perturbado durante siglos, donde el tiempo parece haberse detenido. Esto es la isla de Ibo, o como la llaman los lugareños, Ilha do Ibo. Ibo está enclavada en el imponente archipiélago de las Quirimbas del norte de Mozambique, y nominada para obtener el estatus de Patrimonio de la Humanidad. Es una isla remota e intacta por el desarrollo comercial, además de una de las islas más fascinantes e idílicas.
El alojamiento se halla en primera línea de playa. La arquitectura es una restauración de un estilo que se originó hace más de 100 años, con vigas originales de teca y paredes de más de un metro de grosor realizadas con coral y cal. Las 9 habitaciones son individuales y disponen de un diseño sencillo con toques de opulencia. A disposición de los huéspedes se encuentran el salón climatizado y el comedor privado, así como el restaurante de la terraza de la azotea con una zona de estar al aire libre para tomarse algo bajo las estrellas después de cenar. Asimismo, el establecimiento ofrece caja fuerte, bar, pub, discoteca e instalaciones para conferencias. Por un suplemento se puede hacer uso del servicio de lavandería y del servicio de alquiler de bicicletas del recinto.
Las habitaciones han sido diseñadas para incorporar la arquitectura original de los edificios. Todas han sido diseñadas individualmente y son únicas. Las amplias verandas están amuebladas con mobiliario hecho a mano y mullidos cojines. Las habitaciones tienen aire acondicionado y ventiladores de techo. Los cuartos de baño privados vienen con ducha, bañera y secador de pelo, mientras que los dormitorios están amueblados con cama extra grande.
El alojamiento dispone de 2 piscinas situadas en los jardines tropicales llenos de franchipanes y buganvillas.